Nuestra Misión
Contribuir significativamente para cambiar la realidad de la niñez y adolescencia en situación de vulnerabilidad.
Sello Ciudad del Niño
Nuestra fundación ha construido a lo largo de su historia una forma de vincularse con los niños, niñas, adolescentes y sus familias, reconocida como el Sello Ciudad del Niño, que se manifiesta en el compromiso con los derechos de los niños(as) y con su inserción en sus familias y en la comunidad a la cual pertenecen, a través de procesos de intervención caracterizados por:
Nuestra Historia
Inició sus actividades el 8 de junio de 1934, como respuesta a las apremiantes necesidades originadas por la crisis económica de los años treinta, y que se tradujeron en un gran aumento de la vagancia y mendicidad infantiles. Su creación fue propuesta por un grupo de personalidades encabezadas por don Francisco Huneeus Gana, al entonces Presidente de la República, don Arturo Alessandri Palma.
En su primer año de existencia el organismo que inicialmente fue auspiciado por el Gobierno, atendió a 1.615 niños en el Hogar “Baquedano” y en el Centro de Estudio y Diagnóstico “Casa Central”, ambos en Santiago.
A partir de 1935 y acorde a los requerimientos de la infancia de la época, comenzó a extenderse a otros puntos del país y a ejecutar diversos programas, entre los que destacan los Centros de Atención Diurna que acogían a hijos de madres trabajadoras, brindándoles asistencia médica, psicológica y pedagógica, alimentación y recreación. También desarrolló prestaciones anexas como un sanatorio para niños tuberculosos y un servicio jurídico para atender causas civiles de menores (que en 1983 se constituyó como organismo independiente).
Un hito importante en la historia institucional, fue la inauguración, en 1943, de Ciudad del Niño, un complejo con 13 hogares, escuela, policlínico, teatro, canchas de juegos, jardines y calles, con capacidad para 1.100 niños. Este recinto fue cerrado en 2001 como resultado de la adhesión de nuestra Fundación, a las nuevas políticas públicas que privilegiaban la creación de residencias familiares con atención personalizada y nuevas líneas de atención a la infancia y adolescencia.
Previamente, en el año 2000, la institución había iniciado modificaciones en sus líneas de trabajo, con el fin de adaptarse a los nuevos programas impulsados por el Gobierno, en el marco de la Convención Internacional de los Derechos del Niño que el Estado de Chile suscribió en 1990.
En la actualidad, la fundación está presente en diez regiones del país, ejecutando 81 programas en las líneas de Protección, Responsabilidad Penal Adolescente y Prevención. Todo este trabajo implica una cobertura anual estimada en más de 14.000 niños, niñas, jóvenes y sus familias.