- Con este taller, realizado en conjunto con el centro de entrenamiento “The boos box”, se buscó promover en los jóvenes un autoconcepto positivo sobre sus habilidades personales, fomentando el fortalecimiento de su autoestima y habilidades sociales a través del trabajo en equipo.
El Programa de Protección de Derechos Comuna Maipú, en conjunto con el centro de entrenamiento “The boos box”, realizó un taller deportivo para los jóvenes del programa con el objetivo de visualizar recursos personales y trabajar en la superación de limitaciones físicas y mentales.
Con este taller se buscó promover un autoconcepto positivo sobre sus habilidades personales, fomentando el instinto de superación de las dificultades a través del fortalecimiento de su autoestima, habilidades sociales a través del trabajo en equipo y la resolución de conflictos a través de actividades deportivas competitivas.
La directora del programa, Nataly Gaune, sostuvo que este taller “nace de la necesidad de realizar actividades extra programáticas para los jóvenes, enfocadas en la socialización y que tengan un objetivo individual, para fortalecer recursos personales”.
“El taller comenzó con una actividad rompehielos donde participaron 12 jóvenes, divididos en cuatro equipos, que competían entre ellos usando diversas dinámicas para ganar puntos. Cada equipo contó se puso un nombre y contó con un profesional del programa a cargo. También realizaron actividades de preparación física como, elongaciones, calentamiento, entre otras”, agregó.
Uno de los objetivos fue la superación de la baja autoestima, esto se debe a que los jóvenes en general, tienen una autopercepción de sí mismos bastante minimizada, tienen dificultades para mostrar su cuerpo o tienen una distorsión de su figura, y funcionan bastante desde los estereotipos de género en relación a lo que debiesen ser como mujeres u hombres.
“Entonces desde ahí también surge la necesidad de fortalecer la percepción de sí mismos, de poner metas propias, de cumplirlas, y los trabajos o tareas que se realizaron en el taller, se abocaron a eso, a reconocer las propias fortalezas, a ver que puedes lograrlo, a ponerte una misión y también al trabajo en equipo y colaborativo”, explicó la directora del programa.
Respecto de la recepción por parte de los adolescentes, “fue súper buena, quedaron con ganas de seguir haciendo instancias como esa, hay adolescentes que se hicieron amigas, estaban preguntando cuándo se va a repetir y el taller estaba diseñado para durar 2 horas y se extendió por mucho más”, dijo la directora.
El socio, administrador y profesor del centro de entrenamiento “The boos box”, Joaquín Ortubia, dijo que “me sorprendió la actitud de los jóvenes porque, en este caso, todo el plan de trabajo ocurrió al pie de la letra porque tenían muy buena disposición, estaban muy atentos a las instrucciones, respetaban los tiempos cuando se entregaban las instrucciones y fueron súper activos”.
Además, explicó que dentro de las actividades realizaron un trabajo técnico de peso muerto, entrenamiento funcional, caminata de oso y una competencia por pesos.
“Mi idea y orientación del taller era que hiciéramos actividades que tuvieran que ver con desarrollo de la autonomía, de habilidades naturales de cada persona, pero al mismo tiempo de auto superaciones, tanto individuales como colectivas, porque tenían que trabajar en equipo y cumplir tareas individuales para el beneficio del equipo”, sostuvo el profesor de entrenamiento.
Finalmente, Joaquín Ortubia indicó que el centro de entrenamiento está pensado para ser un aporte a la comunidad, “nuestra labor es ayudar a las personas y entregarles parte de lo que nosotros hacemos y, por eso, promovemos las actividades sociales de este tipo”.