- Han pasado 32 años desde que Chile ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño, la que busca promover en el mundo los derechos de los niños y niñas, y que con su implementación cambió la manera de abordar las problemáticas vinculadas a la infancia.
A pesar de algunos avances en materia de niñez desde que se ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño, en Chile sigue existiendo un desfase entre las necesidades y la implementación de políticas públicas para la niñez y adolescencia que se traduzcan en un sistema de protección integral.
La Convención sobre los Derechos del Niño aprobada el 20 de noviembre de 1989 por la Asamblea General de Naciones Unidas, busca promover en el mundo los derechos de los niños y niñas, haciendo un cambio en la manera de abordar las temáticas vinculadas a la niñez.
Según Unicef, “la Convención se ha consolidado en las legislaturas nacionales y ha servido para motivar a los gobiernos de todo el mundo a considerar los derechos y el desarrollo de la infancia dentro de los elementos principales de sus programas legislativos”.
Chile ratificó este convenio internacional el 14 de agosto de 1990, y se rige por cuatro principios fundamentales: la no discriminación, el interés superior del niño, su supervivencia, desarrollo y protección, así como su participación en decisiones que les afecten.
El subdirector de operaciones sociales de la Fundación Ciudad del Niño, Marcelo Abarca, señaló que la Convención nos pide “desarrollar una plataforma integral donde el Estado se haga cargo de la protección y bienestar de los niños; si bien los avances en la materia han sido progresivos, no se han dado de manera sinérgica y coordinada. Recién a contar de este año se cuenta con una Ley de Garantías de Derechos de la Niñez, que es el punto de partida para asegurar la plena satisfacción de los derechos de los niños y niñas”.
También, señala que es necesario un cambio sociocultural respecto de la consideración de los niños como sujetos de derecho. Aún queda por avanzar, por ejemplo, se ha visibilizado la violencia intrafamiliar (VIF), especialmente hacia los niños, niñas y adolescentes, sin embargo, siguen existiendo altos índices de maltrato hacia los niños en sus diversas formas.
Asimismo, puntualiza que es imperativo abordar cómo enfrentaremos como sociedad las medidas de prevención, de modo de cumplir con lo establecido en el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño que señala “es obligación del Estado proteger a los niños de todas las formas de malos tratos perpetradas por padres, madres o cualquiera otra persona responsable de su cuidado, y establecer medidas preventivas y de tratamiento al respecto”.
En este sentido, Fundación Ciudad del Niño ante la urgente necesidad de proporcionar a los padres o adultos responsables, herramientas que les permitan prevenir prácticas de crianza violentas, inició este año un programa de prevención denominado “Terapia de Interacción Padre Hijo (PCIT)”, basado en un modelo de intervención preventivo originario de Estados Unidos y que se aplica también en otros 20 países, incluidos países de Centroamérica