Profesionales reflexionan sobre un estudio realizado a víctimas múltiples de un sistema fraternal en contexto de abuso sexual intrafamiliar (ASI), incorporando al análisis las relaciones de confianza y comunicación que establecen hermanos víctimas directas. Para ello, se recurrió a la percepción de la madre con la finalidad de evitar la victimización secundaria de los niños.
La Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales revela que el 7,3% de la población infanto-juvenil declara haber sido víctima de abuso sexual. El 87,3% de los agresores de delitos sexuales a niños, niñas y adolescentes (NNA) es de sexo masculino, y el 39,9% corresponde a algún familiar de la víctima (Ministerio del Interior y Seguridad Pública, 2013).
Estos porcentajes entregan información clave para entender las características del fenómeno. No obstante, recientes estudios a nivel país no hacen referencia a la conceptualización de víctimas múltiples como variable relevante. Ello contrasta con el diagnóstico territorial de un Programa de Reparación de Maltrato de la Región Metropolitana –donde se realizó el presente estudio-, que señala que el 40% del total de ingresados por vulneración de derechos grave durante el período 2013-2015, corresponde a víctimas múltiples. Es decir, que de un sistema fraternal pueden distinguirse una o más víctimas de una situación de vulneración por parte de un mismo ofensor.
Lo anterior, invita a reflexionar sobre las nuevas tendencias del fenómeno en ASI, incorporando desde la perspectiva de las víctimas múltiples de un sistema fraternal, la comprensión de los niveles de afectación en los hermanos y su abordaje desde la práctica clínica en el proceso de re-significación.
Desde la literatura, Perrone y Nanini (1995) señalan que una de las alteraciones más significativas en las agresiones sexuales intrafamiliares se produce a nivel vincular, principalmente en el quiebre de las relaciones de confianza y en la comunicación, lo que está asociado a la ruptura del registro comunicacional, del contexto y a la imposición de la ley del silencio, generando, entre otras cosas, dificultades en la víctima para confiar en sí misma y en el entorno social. Por ello, el interés en indagar en estas dimensiones y sus consecuencias en las víctimas.
Con la finalidad de tener en cuenta el perfil de los NNA ingresados y evitar su posible revictimización, se estableció la importancia de acceder al sistema fraternal a través de un informante clave, como es la figura de la madre, quien cumple un rol fundamental en el proceso interventivo de los hermanos, debiendo enfrentar la(s) crisis a partir de la develación de la situación de vulneración y una nueva construcción de las pautas relacionales en el sistema familiar (Martínez y Sinclair, 2006).
De esta manera, la investigación tiene por objetivo conocer la percepción de la madre respecto de las relaciones de confianza y de comunicación que establecen hermanos víctimas directas de abuso sexual intrafamiliar. El estudio realizado en 2013, tiene un enfoque cualitativo, de tipo no experimental, carácter descriptivo-exploratorio y alcance transversal, basado en el estudio de caso único, contemplando una entrevista semi-estructurada y análisis de contenido, donde emerge el impacto en la madre como elemento relevante para considerar en el proceso de re-significación de los NNA.
Los resultados indican que la madre establece una temporalidad sobre las características personales y las formas de relacionarse de sus hijos, observando afectación en éstos al distinguir diferencias significativas previa y posteriormente a la develación, tanto en la relación de confianza y comunicación, como a nivel individual y entre las víctimas del sistema fraternal.
El estudio abre la reflexión sobre el aporte en la práctica clínica, ampliando la mirada en el proceso de resignificación en el abordaje terapéutico con víctimas múltiples de un subsistema familiar, lo que se condice con el perfil de usuario observado desde 2013 a 2015, en el cual destaca el ingreso significativo de hermanos que han sufrido situación(es) de vulneración(es) grave(s).
En virtud de lo anterior, se sugiere establecer criterios acerca de la pertinencia y/o el beneficio de incluir al subsistema fraternal, tanto en la evaluación como en el proceso de intervención, de manera que se constituya como un aporte positivo al proceso de re-significación del niño(a), donde pueda ser visualizado como un recurso para superar la experiencia de vulneración.