Cuando nuestros hijos o hijas están estresados, suelen cambiar su comportamiento para comunicar cómo se sienten, porque no cuentan con la experiencia para reconocer o expresar sus emociones en palabras.
Las conductas de nuestros hijos o hijas comunican lo que no saben decir con palabras, por eso cuando un niño sufre cambios en su comportamiento, es porque trata de mostrar que algo le molesta y que necesita de tu apoyo.
«Cuando nuestros hijos o hijas están estresados, suelen cambiar su comportamiento para dar a conocer sus emociones y ello porque muchas veces no cuentan con la experiencia para reconocerlas o expresarlas en palabras”, explica la psicóloga Ana María Salinas -especialista en Terapia de Interacción entre Padres e Hijos (PCIT por la sigla en inglés).
Desde sus primeros meses de vida, los hijos e hijas absorben el estrés que viven los adultos y necesitan apoyo para entender lo que está pasando y lo que están sintiendo. Por eso, la recomendación de los especialistas es darse un tiempo con ellos para validar, reconocer y conversar acerca de sus emociones y contener en la medida que lo requiera.
Algunos ejemplos de cómo los niños expresan que algo les molesta o afecta:
- Llorar fuerte o enojarse demasiado.
- Aferrarse a sus padres.
- Negarse a salir.
- Pelear con amigos.
- Decir que nadie los quiere.
- Comenzar a tener problemas con cosas que antes podían hacer (Ejemplo: orinarse en los pantalones, volver a chuparse el dedo, etc.)
Como padres, ¿Cómo podemos ayudarlos?
- Notar los cambios de comportamiento de su hijo o hija.
- Estos cambios pueden demostrar que su hijo o hija está molesto/a y necesita su apoyo.
- Pasar tiempo de calidad con su hijo o hija.
- Generar un espacio de juego que promueva la interacción uno a uno, esto ayuda al niño a sentirse seguro y amado.
- Hablar con su hijo sobre las emociones. Enséñeles los nombres para los sentimientos y emociones, y hábleles acerca de cómo se siente.