La diversidad cultural como desafío para la intervención
Las infancias y juventudes con las cuales trabajamos no son homogéneas, particularmente en territorios de alta pertenencia étnica, de ruralidad o de migración. A pesar de ello, observamos que las políticas públicas de infancia han sido pensadas desde una lógica monocultural occidental, lo cual disminuye la pertinencia y eficacia de nuestra intervención.