- El director del PIL Valdivia, Felipe Aguilera, sostuvo que además de buscar capacitaciones y oportunidades de trabajo, también le entregan ciertas herramientas como habilidades blandas, trabajo en equipo, cómo preparase para una entrevista, cómo realizar un currículum o cosas tan relevantes como abrir una cuenta de ahorro.
El Programa de Intermediación Laboral (PIL) Valdivia de la Fundación Ciudad del Niño impartió en las últimas semanas capacitaciones en gastronomía japonesa, nacional e internacional, y en soldadura con el objetivo de que los jóvenes tengan la oportunidad de reinsertarse con un empleo formal.
Uno de los jóvenes accedió a una capacitación de 18 horas de gastronomía japonesa a través de los Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC), la que fue realizada en las dependencias del PIL Valdivia, y por el cual obtuvo una certificación.
“Luego de la capacitación de cocina japonesa también le hicimos entrega al joven de productos de cocina, tablas de picar, un set de cuchillos, bandejas, una serie de cosas para que comience en el rubro”, explicó el director del programa, Felipe Aguilera.
Por otro lado, gracias a un convenio entre el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y el Servicio Nacional de Menores (Sename), se están realizando otras dos capacitaciones, una de soldadura para 9 jóvenes y una de cocina creativa nacional e internacional, donde participan 5 adolescentes. Estas capacitaciones son por un total de 108 horas.
“Se va a enseñar lo que es soldadura al arco donde van a aprender a elaborar lámparas, repisas, quizás hasta un portón eléctrico y cosas así y al finalizar las capacitaciones les dan un subsidio de herramientas para que puedan comprar su propia soldadora y cosas de ese tipo. Nosotros como PIL igualmente acompañamos a los jóvenes a realizar esas compras para que sepan bien qué es lo que más les conviene y aprovechamos ahí de entrenar lo que es la administración de presupuesto”, sostuvo el director Felipe Aguilera.
“En el PIL también le entregamos ciertas herramientas a los jóvenes como son las habilidades blandas, que puedan abrir la tarjeta de ahorro vivienda, apertura de cuentas, la realización de su currículum, cómo prepararse para una entrevista de trabajo, les enseñamos la tolerancia a la frustración, tenemos talleres de trabajo en equipo y después buscamos capacitaciones o trabajo”, agregó.
Asimismo, para buscar empleos se sensibiliza a la comunidad respecto de la historia de vida de los mismos jóvenes. Según el director del PIL Valdivia, los jóvenes no solamente son transgresores, sino que partieron en programas de vulneración de derechos, han pasado quizás toda su vida en programas y sufrieron vulneraciones o las siguen sufriendo.
“El oficio va a permitir acceder a mejores ofertas laborales con mejor remuneración y si es que alguien tiene la opción de entrar a un mejor trabajo, va a estar más conforme. Los jóvenes cuando cometían delitos estaban acostumbrados a que con un delito podían llegar a tener hasta un millón de pesos, y de repente ganar menos y más pausado es un poco difícil para ellos. Sin embargo, como programa trabajamos eso, cuando los jóvenes acceden a un trabajo se dan cuenta que pueden vivir una vida más tranquila y así estamos rompiendo el círculo de la reincidencia. Además, con las mismas capacitaciones pueden acceder a mejores ofertas, mejores sueldos y a un estilo de vida mucho mejor”, puntualizó.