Ya está disponible nuestra memoria institucional 2019. La puedes leer en online o descargar como archivo PDF.
2020 fue un año marcado por la pandemia por Covid-19, tuvimos que tomar medidas de distanciamiento físico, pero estuvimos más unidos que nunca en el propósito de cambiar la realidad de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
A continuación, la presentación de la memoria realizada por el presidente de Fundación Ciudad del Niño:
Tengo el agrado de presentar la memoria institucional 2020 de Fundación Ciudad del Niño, que recoge el trabajo realizado por nuestros equipos durante dicho periodo.
2020 fue un año marcado por la pandemia de Covid-19 y sus graves consecuencias en pérdida de vidas humanas, crisis económica y efectos sobre la salud física y mental de las personas, tanto en el mundo como en nuestro país.
Fue un año que puso a prueba nuestra vocación de servicio y nuestra capacidad institucional para abordar situaciones de una complejidad nunca antes experimentada.
Nuestros equipos, en los 104 programas de atención en once regiones del país, desde Calama hasta Quellón, fueron puestos a prueba y supieron estar a la altura de las circunstancias, acompañando a los usuarios y a sus familias, manteniendo las intervenciones vía online o mixtas, para dar continuidad a los procesos en curso y prevenir nuevas situaciones de vulneración.
Asimismo, nuestros profesionales monitorearon permanentemente el estado de salud y las condiciones de vida de los casi 20.000 niños, niñas y adolescentes que recibieron nuestra atención. Estuvieron presentes además para paliar en parte, las consecuencias de la crisis económica y el desempleo derivados de las extensas cuarentenas. Miles de nuestras familias aparte de las atenciones psicosociales recibieron alimentos, útiles de aseo, de cuidado personal y elementos de abrigo, para sobrellevar la crítica situación a la que nos llevó la pandemia.
Quisiera destacar que pudimos responder a esta prueba gracias a que contábamos con una plataforma informática robusta, que permitió que nuestros 1.200 colaboradores pudiesen trabajar desde sus hogares prestando las atenciones y coordinados con sus compañeros de trabajo.
A los desafíos de la pandemia, se agrega la incertidumbre que todos vivimos por el futuro institucional y económico de nuestro país, en un marco de exacerbada intolerancia que afecta nuestra convivencia y armonía. Nuestra Fundación obviamente no está ajena a ese fenómeno. Nos afectan los planteamientos extremos que cuestionan hasta la existencia misma de las instituciones de la sociedad civil como la nuestra, desconociendo el tremendo e insustituible aporte que hacemos al bien común en el contexto de una sociedad libre.
La nueva institucionalidad en temas de infancia, especialmente el servicio que reemplazará al Sename, requerirá de nosotros un esfuerzo adaptativo a nuevas exigencias, estándares y controles. Lo hemos hecho antes, y estamos seguros de que estaremos a la altura de los que se nos requiera. Más aún, pensando en el bien común, y en especial en el de los niños, se necesita de toda nuestra colaboración con las autoridades para el éxito de esta nueva institucionalidad.
Debemos estar atentos a que se respete nuestra autonomía como cuerpo intermedio de la sociedad y que las exigencias burocráticas sean razonables y no ahoguen nuestra vocación. No existen dificultades insuperables ni problemas que no sean una oportunidad de mejoramiento y desarrollo. Todos queremos un futuro mejor para nosotros y para nuestros hijos. Un país en el que prime la solidaridad, la justicia social y la paz. Base fundamental para nuestro pleno desarrollo material y espiritual.
Finalmente permítanme entregar un reconocimiento especial a todos nuestros colaboradores quienes han sabido sobrellevar esta seria crisis sanitaria logrando mantener, sin interrupciones, la cercanía y apoyo a los niños, niñas y adolescentes que han requerido y seguirán requiriendo de nuestra atención.
José Pedro Silva Prado
Presidente
Fundación Ciudad del Niño