Ciudad del Niño participó en las mesas de trabajo conformadas en el marco del estudio “Diseño de una herramienta de evaluación de necesidades de integración social y de un programa de integración social de adolescentes y jóvenes”, convocada por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) y la Corporación Moviliza.
La iniciativa en la cual la Fundación estuvo representada por el investigador del Departamento de Estudios, Claudio Andrade, busca favorecer a jóvenes de entre 14 y 22 años con consumo problemático de sustancias, pertenecientes a los centros de tratamiento en convenio con SENDA.
El objetivo de la mesa de expertos es validar y priorizar las principales necesidades y ámbitos de acción en el campo de la integración social para adolescentes y jóvenes. Para ello se determinaron dos etapas de trabajo: la definición del marco conceptual de la integración social y la definición de los principales mecanismos que favorecen ese proceso.
La primera fase de esta labor -la definición de un marco conceptual- se orientó a analizar y delimitar los ejes que explican los niveles de integración social de los adolescentes y jóvenes, entendiendo por tales aquellas variables que, relacionadas, inciden en que una persona o grupo logre participar e integrarse socialmente.
En cuanto a los mecanismos de integración social, se centran en tres niveles: Individual- Grupo Primario, que contempla las relaciones sociales próximas de los jóvenes y desde donde pueden proyectar su desarrollo individual y la extensión de sus redes sociales; Socio Comunitario, que contempla el entorno territorial inmediato donde desarrollan su vida cotidiana y que incide directamente en sus procesos de socialización y espacios y características de la participación social, y Macro Social, que contempla los recursos y oportunidades a nivel estructural a los cuales pueden o no acceder.
A través de estos mecanismos los jóvenes pueden lograr el acceso a recursos y oportunidades que promuevan niveles adecuados de bienestar y desarrollo humano. En el caso de aquellos adolescentes con consumo problemático de drogas y/o alcohol, gran parte de estos mecanismos de integración social han fracasado. Por tanto, resulta fundamental abordarlos integralmente para lograr un quiebre de los procesos de exclusión y vulnerabilidad.